Cambio de Dirección...

Hace poco ví un video que describe en parte lo que estoy pasando en este momento (lo comparto al final). Ibamos de camino a la playa, con un día soleado, cielo azul y de repente, a causa de una gran tormenta la vía se cerro y tuvimos que seguir hacia la montaña. Yo no quería ir a ese lugar. No estaba en nuestros planes y no estamos preparados para ir a allá. Sin embargo, ya estamos en esa dirección...
Es un camino y un lugar desconocido. Es algo que hasta ahora estoy asimilando y me está doliendo mucho. Está difícil lidiar con esa tristeza y con ese dolor tan profundo que sólo una madre puede sentir. Hace un par de meses, en una visita al doctor recibí la noticia que mi hija tiene una condición poco conocida. Ella sorprendentemente está bien y ha sido una niña muy saludable. Lo que me llevó a descubrir esto, fueron más unas dudas que tenía al respecto de su motricidad. Jamás imaginé que sería de una dimensión tan grande.

Estoy agradecida porque el caso de mi hija es un caso muy afortunado en el sentido que no tiene ninguna enfermedad crónica que aqueja a la mayoría de las personas que tienen esta condición. Pertenecemos a un 10% y esto es una bendición. Sin embargo, no puedo dejar de sentirme triste y con miedo. Se que es mejor no pensar en mañana, pero es difícil no pensar. Es difícil tener que escoger cual es el camino menos difícil para ir a esa montaña con tan poca información, pero aquí vamos. Ya en camino tratando de descubrirlo y esperando las señales que Dios me va ir dando. Estamos en la parte más dura que es la aceptación y se que va pasar y más adelante veré las cosas más claras. Pero igual duele...

Como madres siempre tenemos la presión que “debemos ser fuertes”, pero esta vez no estoy pudiendo ser fuerte y no quiero ser fuerte. Siento que tengo el derecho a llorar, a vivir mi dolor y sacarlo. Siento que no tengo que hacerme la que todo esta bien conmigo, cuando no lo está. Lo más difícil es ser fuerte frente a mis hijas, pero me esfuerzo para que no vean mi tristeza. Espero que esto pase rápido. Se que esto es una etapa que tengo que pasar, para recobrar la fuerza que tengo dentro. Ahora hay poca visibilidad, pero deseo con todo el corazón escalar esa montaña, llegar a la cima y disfrutarla. Quiero creer que hay un propósito detrás de todo esto, así ahora no lo vea y no lo entienda.

Se que como yo hay muchas mamás y papás pasando por esto. Es un mundo desconocido hasta que llegas a el y te das cuenta el drama y la lucha que a diario viven millones de personas en el mundo. Pero también hay grandes lecciones de amor, esperanza y perseverancia. Espero poder enfocarme en esas enseñanzas y no en lo difícil del camino.

Hoy mi oración va por esas mamás que están pasando por procesos difíciles, sea el que sea.

“Dios, hoy te pido por las mamás que estamos atravesando tormentas en este momento, ayudanos a saber lidiar con la situación, ayudanos a ser pacientes con nosotras mismas y entender que no esta mal estar tristes.  Ayudanos a vivir los procesos y salir rápido de ellos. Danos la fuerza que necesitamos para salir adelante por más pesada que este siendo la carga. Rodeanos de Angeles que nos ayuden en este camino. Y danos esa paz que solo tu sabes dar. Paz en medio de la tormenta. Amén" 




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